Gestión de la configuración: por qué es tan importante para la seguridad de TI
La gestión de la configuración de seguridad (GCS) es una preocupación crítica para las organizaciones y una parte fundamental de numerosos marcos de ciberseguridad. Tome en cuenta este escenario: un integrante del equipo modifica un ajuste de hardware en su computadora portátil personal para mejorar el rendimiento del software. Sin embargo, este cambio causa incidencias inesperadas cuando, más tarde, se utiliza el software en un ambiente de producción. Aún peor, abre la puerta a ciberdelincuentes para que exploten la configuración errónea y obtengan acceso no autorizado, lo que pone en riesgo la seguridad de la información de su compañía.
Los equipos de TI suelen enfrentarse a una cuestión fundamental: «¿qué software y hardware tenemos y cómo los protegemos?» Abordar la gestión de la configuración de seguridad en ciberseguridad proporciona la respuesta al dar visibilidad a cada cambio que haga. Hace un seguimiento de elementos de configuración individuales –es decir, cualquier activo involucrado en proporcionar servicios de TI– para garantizar que los sistemas mantengan un rendimiento óptimo a medida que se hacen cambios con el tiempo.
Aunque a menudo se pasa por alto, la gestión de la configuración es esencial para la operación del sistema. Pero ¿por dónde puede empezar? ¿Cuál es el mejor planteamiento para su equipo? Y ¿cómo puede abordar su desafío de GCS eficazmente sin una inversión significativa de tiempo y dinero? Sin importar si tiene un pequeño negocio o una gran empresa, este artículo le guiará a través de las complejidades que supone implementar y mantener un proceso de gestión de la configuración que mejore el control, la estabilidad y la seguridad de los sistemas de información de su organización.
Índice
¿Qué es la gestión de la configuración?
La gestión de la configuración se puede definir de muchas maneras, pero existe una definición reconocida ampliamente que proviene de la norma líder mundial de control de la seguridad de la información, ISO/IEC 27002. De acuerdo con la norma, el objetivo de la gestión de la configuración es «garantizar que hardware, software, servicios y redes funcionen correctamente con los ajustes de seguridad necesarios y (que esa) configuración no se altere mediante cambios no autorizados o incorrectos».
En la práctica, implica identificar, documentar y gestionar elementos de configuración dentro de sus sistemas de TI para evitar que los cambios sin documentar tengan un impacto en el ambiente, un paso vital para reforzar la gestión de la configuración de seguridad en ciberseguridad.
Si bien puede parecer algo sencillo, la gestión de la configuración no puede ser eficaz sin un entendimiento profundo de los activos de TI de su organización. Se empieza por crear un inventario detallado de lo que posee en términos de hardware (como sistemas operativos, equipos host y dispositivos de red) y software (es decir, aplicaciones que se ejecutan en estos sistemas o en la nube). Es una parte esencial del proceso de gestión de la configuración. La creación de una vista clara y detallada de su ambiente de TI y cómo interactúa todo ello sienta la base de unas prácticas de gestión de la configuración robustas que refuerzan la seguridad y estabilidad de su sistema.
Infraestructura como código
En lo que se refiere a la infraestructura de TI, la mayoría de las compañías buscan soluciones que se puedan tanto ampliar como utilizar siempre de la misma forma. Por esa razón, un número creciente de ambientes de TI empresariales están adoptando prácticas de virtualización, automatización y gestión para suministrar, desplegar y gestionar recursos y servicios a través del software, una práctica conocida como infraestructura como código (IaC).
La IaC es un planteamiento que automatiza la gestión y suministro de los recursos de infraestructura mediante el uso de métodos definidos por el software. En lugar de configurar componentes manualmente como servidores, redes y almacenamiento, la IaC utiliza archivos legibles por computadora para definirlos y configurarlos, lo que refuerza las prácticas de seguridad de la información. Desde centros de datos hasta telecomunicaciones y más allá, esta infraestructura definida por el software transforma industrias y fomenta la innovación.
Mientras la IaC automatiza la creación de componentes de infraestructura mediante códigos, la gestión de la configuración se centra en la automatización de la configuración y el mantenimiento de aplicaciones de software y servicios que se ejecuten en esa infraestructura. A esto se le conoce como configuración como código (CaC), una metodología que trata scripts y ajustes de configuración como códigos. Juntas, la IaC y la CaC componen la base del proceso de gestión de configuración moderno y fomentan la automatización, la coherencia y la escalabilidad de ambientes de TI.
Dominar estos conceptos –y utilizar eficazmente herramientas de gestión de la configuración para implementarlos– requiere tanto conocimiento como diligencia, ¡lancémonos a desentrañar las complejidades de cómo funciona todo ello!
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¿Cómo funciona la gestión de la configuración?
El desarrollo de software ofrece un claro ejemplo de gestión de la configuración y es un buen punto de partida para comprender el proceso de gestión de la configuración. Como con cualquier proyecto de TI, la seguridad de la información se debe integrar en el desarrollo de software desde el principio.
Habitualmente, las organizaciones gestionan múltiples proyectos y cada uno incluye numerosos componentes, desarrolladores y equipos, por lo que un planteamiento coherente es esencial para evitar que las fases de construcción y ensayo sean demasiado caóticas. Incorporar la gestión de la configuración en la ingeniería de software agrega una capa muy necesaria de estructura y normalización al proceso de desarrollo.
Los sistemas de gestión de la configuración tienen dos componentes principales:
- El control de versiones hace un seguimiento y gestiona los cambios en el código de software y archivos relacionados a lo largo del tiempo. Garantiza que se registre cada cambio meticulosamente y permite a múltiples desarrolladores trabajar en la misma base de código sin conflictos.
- La gestión de incidencias monitorea y organiza problemas, mejoras y tareas a lo largo del proceso de desarrollo y garantiza que las incidencias se identifiquen, prioricen, asignen y resuelvan eficazmente.
Juntos, el control de versiones y la gestión de incidencias crean un marco potente para mantener la integridad y calidad de sus proyectos de software. Dado que estas configuraciones capturan tanto el tiempo de diseño como aspectos del tiempo de ejecución de una solución, se deben gestionar cuidadosamente para garantizar estabilidad y seguridad.
Aquí le mostramos una guía paso a paso para ayudarle a navegar por las complejidades del proceso de gestión de la configuración y garantizar un itinerario de desarrollo de software exitoso.
Los pilares de la gestión de la configuración
Hay cinco pilares clave de la gestión de la configuración: planificación, identificación, control, contabilidad de estado y auditoría. Estos pilares forman la columna vertebral de todo el proceso de gestión de la configuración y son esenciales para mantener una documentación, control de versiones y gestión del cambio precisos en sistemas de TI.
- Planificar cómo proceder: la adecuada planificación de la configuración define qué elementos de su proyecto son «configurables» y requieren algunos cambios formales. Dicha planificación le permite definir, gestionar y auditar cambios en cada componente de su proyecto.
- Identificar elementos configurables: si se tiene que preocupar de algo, preocúpese de tener un inventario robusto. Empiece por recopilar información, incluidos datos de configuración de cada aplicación y dispositivo de red. De este modo, se garantiza que se puedan entender, mantener y recuperar fácilmente en caso de desastre.
- Establecer una referencia: documente todos los requisitos de configuración en un repositorio central que servirá como la «fuente de la verdad» definitiva. A medida que se produzcan cambios, puede medir su progreso comparándolos con las configuraciones de referencia.
- Control de versiones: haga un seguimiento y registre cualquier cambio realizado en los sistemas, aplicaciones y dispositivos de red. Puede utilizar herramientas de gestión de la configuración para monitorear estos cambios sistemáticamente, mantener un historial de modificaciones y garantizar que todas las configuraciones sigan siendo coherentes y confiables en todo el ciclo de vida del sistema de software.
- Revisar y auditar: la etapa final del proceso de gestión de la configuración implica checar que el software esté alineado con los requisitos de la configuración establecidos. Las revisiones y auditorías periódicas garantizan el cumplimiento normativo e identifican rápidamente cualquier desviación.
Herramientas de gestión de la configuración: elegir la solución correcta
Puede que la gestión de la configuración suene sencilla, pero la realidad es que es engañosamente compleja. A medida que evoluciona el producto de software, gestionar su configuración es algo cada vez más desafiante, pues su complejidad da lugar a incidencias. Entonces, ¿cómo puede mejorar las configuraciones de su producto de forma coherente para alcanzar una calidad aún mayor? La respuesta reside en las buenas personas, un proceso sólido y las herramientas de automatización adecuadas.
Las herramientas de gestión de la configuración son soluciones de software diseñadas para agilizar y automatizar diversos aspectos de la gestión de la configuración de la infraestructura TI. Ayudan a las organizaciones a mantener la coherencia, el control y la integridad en todos sus sistemas y servicios, a la vez que ofrecen visibilidad integral del sistema.
Sin embargo, con tantas herramientas de gestión de la configuración en el mercado, elegir la correcta para usted puede resultar abrumador. Entre los factores importantes a tomar en cuenta se incluye la capacidad para mantener la coherencia entre sistemas, mejorar el rendimiento operativo y reducir errores provocados por configuraciones manuales.
Entre las opciones más populares se encuentran Ansible, Terraform y Puppet, las cuales ofrecen potentes funciones y capacidades adaptadas a los diferentes casos de uso. Otras alternativas incluyen Chef, una herramienta de gestión de la configuración que utiliza un DSL basado en Ruby para definir configuraciones del sistema. Sin embargo, en última instancia, seleccionar la herramienta de gestión de la configuración idónea depende de una variedad de factores como la rentabilidad, la escalabilidad y las necesidades específicas de su organización.
Reducción de las complejidades
Las herramientas de gestión de la configuración son vitales para garantizar la coherencia, confiabilidad y seguridad en los diferentes ambientes y plataformas. Aún así, también suponen desafíos que se deben abordar. Un desafío importante es que pueden introducir complejidad adicional en los procesos de desarrollo y soporte de software. Elegir la herramienta adecuada –y aprender a utilizarla de forma eficaz y eficiente– es fundamental a la hora de evitar posibles escollos. Es igual de importante diseñar y mantener diligentemente el código de gestión de la configuración, puesto que puede ser complejo y requerir mucho tiempo.
Todo esto puede hacer que aplicar el proceso de gestión de la configuración resulte engorroso. Por suerte, existen numerosas fuentes de orientación para diseñar prácticas eficaces. Entre ellas, se incluyen las Normas Internacionales sobre los procesos del ciclo de vida de sistemas (ISO/IEC/IEEE 15288) y las directrices de gestión de la configuración (ISO 10007). Además, la serie de normas sobre seguridad de la información ISO/IEC 27001 e ISO/IEC 27002 brindan marcos para garantizar que las configuraciones se gestionen con el objetivo de proteger la seguridad e integridad de los sistemas de información.
Al adoptar estas normas, las organizaciones pueden aprovechar metodologías probadas y buenas prácticas que promueven la eficiencia, confiabilidad y seguridad en sus implementaciones de IaC. En conjunto, sirven como una hoja de ruta que se puede adaptar a los requisitos de automatización de la infraestructura única de cada organización.
- ISO/IEC 27001:2022Information security management systems
- ISO/IEC 27002:2022Information security controls
- ISO 10007:2017Quality management — Guidelines for configuration management
Gestión de la configuración: el siguiente capítulo
Al integrar los principios del desarrollo de software en la gestión de la infraestructura, la IaC está revolucionando cómo gestionamos los recursos IT. Este cambio hacia operaciones de IT más ágiles, eficientes y ampliables –donde las tareas que antes eran manuales y requerían mucho tiempo ahora están automatizadas mediante software– da lugar a una mejor utilización de los recursos, una implementación más rápida y una mayor eficiencia general.
A medida que los ambientes TI dependen cada vez más de la virtualización, la automatización y la gestión basada en software para suministrar, implementar y gestionar recursos y servicios, la demanda de herramientas adaptables de gestión de la configuración seguirá creciendo. Estas herramientas avanzadas, combinadas con un sólido proceso de gestión de la configuración, son clave para abrir las puertas a todo el potencial de las implementaciones modernas en la nube. Juntos, dan paso a una era de agilidad, coherencia e interconectividad fluida incomparables y marcan una verdadera evolución de las proezas tecnológicas.